Son muy utilizados en algunos alimentos con el fin de reemplazar al azúcar y así evitar que las personas engorden, pero pueden causar el efecto contrario al que se busca. Es decir, en lugar de ayudar a perder peso, los edulcorantes provocan, más bien, un aumento. ¿Por qué? La nutricionista argentina, Elba Albertinazzi, lo explica en detalle en un artículo publicado en el sitio clarin.com.